Tiene 63
años y lleva cuatro décadas ininterrumpidas como corredor todo terreno de
largas distancias que lo convierten en uno de los pioneros de las pruebas de
aventura a nivel nacional. Entre camellos, dunas y costumbres de una cultura
milenaria, el atleta porteño Martín Costa se colgó la medalla finisher en el
Sahara Marathon 2012 en el oásis de Tindouf de la triple frontera entre
Argelia, Sahara Oriental y Mauritania tal como él mismo lo contó en Eldepornauta RADIO a través de FM 88.1 Boedo.
Único
argentino en doce ediciones, hizo flamear la bandera celeste y blanca junto
a los colores de otras dieciocho naciones participantes. “Se realiza el 27 de
febrero porque es el Día de la Creación de la República Árabe Saharaui
Democrática, fui por una razón política ya que cumplí mi función como representante
del observatorio de los Derechos Humanos para los territorios ocupados de
Sahara Oriental que sufre una situación complicada desde la invasión de 1976
por parte de Marruecos que obligó a los saharauis a vagar por el desierto,
ahora Argelia les cedió una zona donde instalaron cinco campamentos de
refugiados donde se corrieron estos 42, 21 y 10 kilómetros ,
incluso también hubo un Children Race para chicos”, explicó Martín Costa que
corrió en 2 horas y 39 minutos el medio maratón diagramado en un circuito en
zig-zag entre Aswerd con Smara a través de dunas con arena muy fina y seca que
se transformó en el enemigo público número uno de los cuatrocientos
participantes.
“Las
condiciones climáticas fueron inmejorables ya que tuvimos una temperatura de diecisiete
grados, 10 por ciento de humedad, alta presión y 300 msnm pero la arena resultó
muchísimo más complicado de lo esperado pese a que había competido en pruebas
en Pinamar, Gesell y otras playas de la costa atlántica como forma de adaptarme al terreno,
es un desafío personal, uno va en solitario por la inmensidad del desierto sin
puntos de referencia salvo los puestos de abastecimiento e hidratación
supervisados por la IAAF con agua mineral colocada a la sombra de los camellos
para que no se caliente bajo los rayos del sol”, sostuvo este miembro del Pampa
Team con el que entrenó en los porteños bosques de Palermo con trabajos de
cuestas en El Ciervo del Rosedal y las barrancas de San Isidro.
“El consejo
de seguridad de las Naciones Unidas firmó la Resolución 609 que convocó a un
referéndum para resolver el conflicto pero el gobierno autocrático del rey
Mohamed VI se opuso, Marruecos levantó el denominado Muro de la Vergüenza de 2.300 kilómetros
defendido por 150.000 soldados y planto no menos de cinco millones de minas
antipersonales para impedir que los saharauis regresen a su tierra. Las
generaciones más jóvenes de saharauis, nacidos en los campamentos mencionados,
no comparten la tolerancia de los mayores hacia Marruecos y la pasividad de la
ONU, esto llevaría a una potencial escalada de violencia por parte del
Polsario. Es un tema que requiere una solución tan urgente como pacífica”,
opinó Martín Costa, quien tras cruzar la meta vivió diez días en los
campamentos de refugiados saharauis.